Los narcos del oriente salvadoreño ahora reciben droga de submarinos y lavan dinero en Cuba

El terreno en Bocana La Chepona, Usulután, donde llega un submarino a descargar droga, aparece a nombre de un salvadoreño dueño de una docena de gasolineras. Un narco de Santa Rosa de Lima recién hizo una entrega de 100 kilos de cocaína a unos guatemaltecos.

San Salvador.- Haber estado presos preventivamente o sólo procesados con restricciones no ha impedido que comerciantes del oriente salvadoreño que han sido vinculados a la banda Los Perrones, continúen con sus operaciones de tráfico de droga, lavado de dinero proveniente de Colombia y Guatemala o contrabandeando diversas mercaderías, según fuentes de El Diario de Hoy, cuyas identidades pidieron preservar.

Estos movimientos se producen en momentos en que la Oficina de las Naciones Unidas contra el Tráfico de Drogas y el Delito (ONUDC) advierte que El Salvador y otros países de Centroamérica están sufriendo los estragos del narcotráfico por ser tomado como territorio de paso por estas bandas.

"Los países de tránsito son los que más sufren porque se encuentran bajo la presión de productores y consumidores. Están pagando con la propia sangre de sus pueblos y la inestabilidad de sus gobiernos, además de la enorme inversión en temas de seguridad. Entre estos países están Guatemala, Honduras, El Salvador, entre otros", declaró ayer César Guedes, representante de la ONUDC.

Según la misma fuente, la mayor parte de la droga colombiana va a Estados Unidos, un 20% es para Europa y otros. De Perú, la mitad va al mercado estadounidense y la otra mitad a Europa y Sudamérica.

Tal parece que el remezón que en Los Perrones causó la captura de varios señalados de pertenecer a bandas de crimen organizado, les ha hecho refinar sus maneras de operar y cambiar los lugares donde sostienen sus reuniones, depurar a algunos de sus colaboradores y reclutar a gente nueva.

Ahora, aunque la droga no ha dejado de llegar en furgones, en los últimos 12 meses también lo ha hecho a través de submarinos. Las reuniones de "trabajo" ya no las hacen en El Salvador sino en Honduras o Nicaragua, mayormente, aunque también lo hacen en las salas de espera de los diversos aeropuertos centroamericanos, indican las fuentes.

El pasado martes 1 de noviembre, el entonces ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar, cuestionó ante diferentes medios el hecho de que Estados Unidos no compartiera información sobre salvadoreños ligados al narcotráfico y señaló que ni siquiera querían confiarles datos sobre el arribo de un submarino colombiano que estaría llegando a las playas de Usulután a descargar drogas.

Bases

De acuerdo con fuentes de este periódico, la descarga de drogas llegadas en submarinos no tiene mucho de haber comenzado. A lo sumo, su actividad podría remontarse a los meses finales del 2010, sino es que comenzaron en los primeros meses de este año.

Las fuente indican que a principios de 2011, entre gente conocida como Los Perrones se comenzó a buscar un prestanombres para la adquisición de no menos de 70 manzanas de terreno, en un solo cuerpo, en las costas del oriente salvadoreño. Lo pagarían con dinero contante y sonante, proveniente de Guatemala.

$790 mil por ser testaferro

Los informantes indican que el testaferro, sólo por el simple hecho de que el terreno figurara como de suyo, recibiría una jugosa comisión: 790 mil dólares. La operación valía la pena, puesto que en esos terrenos sería donde los submarinos debían fondear con los respectivos cargamentos de drogas.

Muchos fueron los comerciantes que, se supone, fueron contactados para que efectuaran la operación. Pero pocos se quisieron untarse de ese dinero. Al parecer, la jugosa comisión hizo que uno oriundo del departamento de La Unión, se decantara por aceptar prestar su nombre: este sujeto es, según las fuentes, un hombre oriundo del oriente salvadoreño pero radicado en San Salvador y que posee más de 17 gasolineras en todo el territorio salvadoreño, indican.

Este individuo, como muchos de los vinculados a Los Perrones, comenzó de la nada. Sin embargo, ahora es dueño hasta de un yate que las fuentes identifican como uno de los mejores que suele verse los viernes o sábados, surcando las aguas costeras salvadoreñas.

De acuerdo con las quejas de Melgar, los submarinos están llegando a la bocana La Chepona, un sector costero en el departamento de Usulután, lugar donde por años varios integrantes de Los Perrones han estado operando en el desembarque de drogas. Uno de esos operadores era El Porras, Edwin Reynaldo Argueta Contreras, quien el 28 de agosto de 2009 fue ejecutado supuestamente por una célula de sicarios pertenecientes al cártel de Los Zetas, debido a la colaboración que éste estaba brindando a autoridades salvadoreñas y estadounidenses.

De acuerdo con las fuentes de este periódico, El Porras no actuaba sólo en ese trasiego de drogas. Lo hacía de la mano con funcionarios policiales de alto rango y de algunos ex funcionarios que durante su gestión como tal, fungieron --léase, fingieron-- perseguir el delito en general.

Pese a que ya hace varios meses que esos submarinos llegan a descargar drogas a El Salvador, de los cuestionamientos que Melgar hizo a Estados Unidos las fuentes concluyen que es muy posible que la negativa a dar información sea precisamente por la desconfianza que les dentro del aparato de seguridad y no quieren que ocurra lo mismo que cuando se frustró la captura de Reynerio de Jesús Flores Lazo, en Santa Rosa de Lima, el 11 de marzo de 2008.

Desde hace mucho tiempo, las fuentes aseguran que los lugares preferidos para descargar cargamentos procedentes de Sudamérica siempre han sido las costas de Usulután. Entre los cuales se cuenta la bocana La Chepona y las playas El Espino y Arcos del Espino.

Las fuentes indican que en ese lugar, comerciantes del oriente salvadoreño son propietarios de grandes extensiones de tierra. Los lugareños aseguran que ya no les sorprende ver o escuchar aterrizar helicópteros o ver actividad durante las noches.

Purgas y relevos

A la triste fama de ser el país más violento del mundo, según las Naciones Unidas, entre autoridades y narcotraficantes es bien notoria la fama que El Salvador tiene en asuntos de tráfico de droga y ahora como país de tránsito como dice la ONUDC. Lo difícil es que la droga llegue desde Sudamérica a El Salvador. Una vez puesta en tierras salvadoreñas es muy seguro que la droga, cualquier cantidad, llegará a Estados Unidos.

Las fuentes indican que entre los grandes operadores de los cárteles mexicanos se sabe que nunca un cargamento de drogas que haya salido de El Salvador haya sido decomisado en el camino hacia Estados Unidos. De ahí la importancia que reviste el territorio salvadoreño para grupos de narcos colombianos, guatemaltecos y mexicanos.

La reorganización que se supone ha sufrido la banda Los Perrones después de que varios de ellos fueran encarcelados por diversos delitos, ha pasado por la purga de varios de sus colaboradores por diversas sospechas, y la integración de otros, o al menos, ha requerido un papel más protagónico de otras personas que antes de 2008 jugaban un rol conservador, refieren las fuentes.

La purga efectuada por Los Perrones ha pasado incluso por la eliminación de colaboradores considerados como "canarios" o "sapos", según la jerga de los narcotraficantes. Tal es el caso del mismo Porras.

Sin esclarecerse quedó también el caso Salvador Augusto Parada Guzmán, Truk, un ex capitán salvadoreño asesinado a finales de mayo pasado en Chinandega, Nicaragua.

Menos de 15 días después de que mataran a Truk en Nicaragua, en la Calle El Jabalí de Ciudad Merliot, fue asesinado en similares circunstancias, José Bladimir Ventura (El Bladi) quien había sido señalado por la Fiscalía salvadoreña de pertenecer a una estructura de narcotráfico de oriente.

Los tres casos anteriores son sólo los homicidios, o ejecuciones, que han trascendido debido a que los medios de comunicación han informado de esos hechos, pero de acuerdo con las fuentes, en San Miguel se han registrado varios asesinatos que están directamente relacionados a una "limpia" efectuada por Los Perrones.

Pero en contraposición con las depuraciones, también hay gente como identificado sólo como El Chirizo, quien ya tiene antecedentes policiales por contrabando de lácteos, al que fuentes de El Diario de Hoy señalan de ser ahora una especie de coordinador de las operaciones de Los Perrones, pero que destaca más por el rol que juega en las fronteras nicaragüenses, hondureñas y salvadoreñas deshaciendo entuertos legales que suelen enfrentar los transportistas pertenecientes a ese grupo de mafiosos. Este sujeto, según las fuentes, dispone del efectivo necesario para sobornar a cualquier funcionario en cualquiera de las fronteras mencionadas.

Las fuentes señalan a El Chirizo como uno de los más cercanos colaboradores de EME, este último señalado como el patriarca de los contrabandistas de toda suerte de mercadería en la zona oriental y central de El Salvador. Este sujeto, según las fuentes, está radicado en Nicaragua y es como el "hombre" con quien mafiosos mexicanos, colombianos y guatemaltecos se entienden.

A nombre de la mujer de El Chirizo hay varias propiedades, inmuebles, que varios de los supuestos miembros de Los Perrones han adquirido últimamente. La importancia del rol que juega El Chirizo es tal que tienen comunicación directa, al menos es evidente a través de celular, con un supuesto alto funcionario gubernamental.

Las fuentes van más allá en sus señalamientos. Dicen que ese funcionario es también prestanombre de EME, uno de los más altos escalafones de Los Perrones quien se mueve por Centroamérica con documentos falsos, pues autoridades de Estados Unidos y de algunos países centroamericanos lo tienen en la mira por sus nexos con narcos internacionales.

Entre los cuadros que han tomado más protagonismo en la estructura delincuencial también se encuentra el "comerciante" que ha prestado su nombre para la adquisición del inmueble en la costa usuluteca donde fondean los submarinos colombianos

A este sujeto las fuentes lo señalan como el propietario de una docena de gasolineras en El Salvador, amigo íntimo de otro sujeto apodado El Niño o El Pontiac, quien a su vez era íntimo del ex diputado salvadoreño Roberto Silva.

Las más recientes

Estos tres sujetos y otros más del oriente salvadoreño eran famosos en dos casinos en los que llegaron a tener una sala de juegos exclusiva donde eran acompañados de "prostitutas vip" a quienes les daban buena paga a veces sólo porque les hicieran compañía, relatan las fuentes.

La purga y la reestructuración han permitido a Los Perrones continuar traficando considerables cantidades de drogas, incluso por algunos sujetos que aún se encuentran procesados por narcotráfico. Las fuentes indican que entre septiembre y octubre, un reconocido sujeto oriundo de Santa Rosa de Lima transó entre 50 y 100 kilos de cocaína de gran pureza en un hotel capitalino.

Los compradores, o al menos quienes recibieron la "mercancía" eran unos guatemaltecos, socios del referido sujeto de Santa Rosa de Lima.

El pasado 11 de septiembre, las Policía de Control de Drogas (PCD) de Costa Rica decomisó 140 kilos de cocaína en la frontera de Peñas Blancas. La carga era transportada en dos partes en furgones que fletaban mercancía rumbo a Guatemala.

Fuentes de este periódico aseguran que esa droga pertenecía al sujeto originario de Santa Rosa de Lima. No obstante, después de ese decomiso, una carga llegó a puerto seguro. Esa fue la que transaron en un hotel capitalino con varios guatemaltecos, afirman fuentes cercanas a Los Perrones y autoridades que le siguen las pistas a los mismos.

Contrabando de cigarros y quesos

El contrabando de cigarrillos y lácteos no se detiene por las fronteras del oriente salvadoreño. Los Perrones han logrado imponer esa transa muy a pesar de los despliegues de militares con lo cual, según lo anunció el gobierno del presidente Mauricio Funes, se blindarían las fronteras para evitar el contrabando y el tráfico de armas, drogas y personas.

Ninguno de esos objetivos ha sido alcanzado, según fuentes de este periódico, porque Los Perrones no necesitan los puntos ciegos fronterizos para seguir contrabandeando cualquier mercadería. Lo hacen a través de las fronteras habilitadas o con otras artimañas que resultan difíciles de detectar a los militares, si no media un soborno.

Las fuentes indican que desde los últimos días de octubre, uno de los supuestos Perrones, quien es prófugo de la justicia salvadoreña, tenía aproximadamente 60 contenedores repletos de cigarrillos en el municipio hondureño de San Lorenzo, vecino del municipio salvadoreño de Pasaquina.

Lo están pasando a El Salvador a puro trabajo de hormiga, esto es, utilizando personas con unos pocos paquetes, algo que no les cuesta mucho tomando en cuenta que el dueño del contrabando tiene grandes extensiones de terrenos en las orillas del río Goascorán.

El negocio resulta atractivo para los revendedores salvadoreños. El clan de Los Luna vende cada caja en 170 dólares, con lo cual el revendedor gana alrededor de 150 dólares por caja, una suma nada despreciable si se toma en cuenta que sólo deben trasladarlas de los bordes fronterizos hacia el mercado central o del oriente salvadoreño. Esos son los cálculos que hacen las fuentes.

De acuerdo con los informantes, Los Luna no sólo contrabandean cigarrillos. La experiencia de las fuentes les indica que en los próximos días, Pasaquina será atiborrado de whisky Johnny Walker, traído desde Panamá en furgones e introducidos a El Salvador de contrabando.

Las fuentes cuentan que para fin de año, es fácil conseguir el referido whisky a precios bajísimos. Pero no cualquiera lo puede adquirir en los puntos de distribución furtiva de Pasaquina, pues sólo les venden a revendedores reconocidos.

Pero el clan de los Luna no sólo perfora las fronteras centroamericanas con el contrabando. Fuentes de El Diario de Hoy indican que también está filtrando las fronteras estadounidenses no sólo con el tráfico de asiáticos y africanos sino también con cigarrillos fabricados en China y Sudamérica que introduce a través del estado mexicano de Baja California.

Según fuentes de El Diario de Hoy, Los Perrones continúan traficando drogas, personas y contrabandeando mercancías por toda Centroamérica y Estados Unidos, actividad que les reditúa grandes ganancias que lavan a través de diversos negocios en múltiples países.

 

 

 

13 de noviembre de 2011.-
Fuente: El Diario de Hoy