Hijo de la presidenta de Liberia se infiltró en una organización de narcotraficantes colombianos

Presidenta Ellen Johnson Sirleaf. a la derecha el facsímil de la acusación contra la red de narcos.

Los Narcotraficantes le ofrecieron US$ 1,6 millones para que ayudara a pasar embarque de 4 toneladas de cocaína.

No es una producción de Hollywood. Pero al mejor estilo de una película de espías, el hijo de la Presidenta de Liberia, uno de los países más pobres de África Occidental, trabajó en una operación encubierta de la DEA que desmanteló una de las redes que llevan la cocaína colombiana hacia Europa y EE.UU. por la llamada 'ruta africana'.

El protagonista se llama Fumbah Sirleaf, hijo de la presidenta Ellen Johnson Sirleaf, la 'dama de hierro' de ese país africano. Ella, economista de Harvard, asumió el poder hace cinco años, tras la caída de Charles Taylor, el dictador que es hoy uno de los pocos que ha llegado a juicio ante la temida Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Los narcos, entre los que había varios africanos, dos colombianos y un ruso, llevaban cocaína colombiana a través de Venezuela y Brasil hacia África. Y, dicen los indicments (acusaciones) radicadas ante tribunales de EE. UU. y que fueron obtenidos por EL TIEMPO, literalmente intentaron corromper a altos funcionarios del gobierno liberiano para garantizar puertos seguros para sus embarques.

En la operación hubo agentes que se hicieron pasar por mafiosos. Con micrófonos ocultos grabaron una reunión de octubre pasado en la que un narco africano le ofreció al hijo de la Presidenta 200 mil dólares de entrada por un cargamento de 4 toneladas de coca y, una vez 'coronado' el viaje, otros 1,4 millones.

Fumbah Sirleaf era el blanco del soborno, no sólo por su parentesco con la mandataria sino porque es, además, jefe de la agencia de seguridad nacional de Liberia. Con esa reunión culminaban dos años de acercamientos de los narcos colombianos y sus contactos africanos con Sirleaf, quien desde ese momento no sólo contactó a la DEA sino que se ofreció de carnada.

La propuesta fue aceptada de inmediato por las autoridades estadounidenses. La creciente conexión en ese continente de células terroristas de Al Qaeda con miembros del crimen organizado y con las FARC ha prendido las alertas en Washington, que considera ese frente como prioridad de seguridad nacional.

De hecho, en diciembre pasado, la DEA capturó en Ghana a tres miembros de Al Qaeda que fueron trasladados a Nueva York para ser acusados de narcoterrorismo. La coca, que iba a moverse por tierra, por rutas milenarias que cruzan los desiertos hacia Marruecos, supuestamente iba a ser proveída por la guerrilla colombiana.

La operación en marcha

Dos agentes encubiertos, que simularon ser contactos del hijo de la Presidenta de Liberia y del subdirector de la Policía secreta de ese país, completaron el equipo.

Acordaron tres embarques: uno de dos toneladas que partiría de Venezuela por avión y llegaría a Monrovia, capital de Liberia. Otro cargamento de 1.500 kilos saldría de Panamá en una avioneta y otro alijo de 500 kilos sería enviado por mar.

El contacto de los narcos colombianos era Gibril Kamara, ciudadano de Sierra Leona a quien la DEA le interceptó llamadas telefónicas y correos electrónicos. Por medio de ellos, se logró identificar al resto de la red de la que hacían parte dos colombianos.

A Kamara lo custodiaban tres compatriotas suyos que también cayeron en las redadas de las autoridades el 28 y 29 de mayo. Para mantener viva la operación encubierta, el hijo de la Presidenta de Liberia les prometió que él se encargaría de llevar la droga hasta Ghana (otro de los países africanos que están en la mira del narcotráfico según las autoridades). La droga iría en barco hacia Nueva York y hacia Europa.

En España fue capturado el colombiano Jorge Iván Salazar Castaño, considerado por la DEA como el mayor proveedor de droga de la red. La investigación logró establecer que este hombre de 44 años tenía una flotilla de aviones y varias pistas clandestinas en Colombia y en Venezuela para enviar la droga.

El otro colombiano involucrado aún no ha sido capturado. La DEA lo identificó como Marcel Acevedo Sarmiento, conocido también con los alias de 'Jota' y 'Juan Restrepo'. Lo buscan en Colombia.

La droga es de las Farc

En las conversaciones telefónicas que tuvieron el agente encubierto y el hijo de la Presidenta con 'Jota', el narco dijo que llevaba 20 años en el negocio y aseguró que estaba en capacidad de enviar embarques de 2.500 kilos por avión. También afirmó, dicen los indicments, que el embarque de 4 mil kilos "había sido entregado y protegido por las Farc".

La última comunicación entre el agente de la DEA y 'Jota' se produjo el pasado 29 de mayo. Ese día dijo que le habían retenido una avioneta en Venezuela con cocaína que valoró en 35 millones de dólares. Sin embargo, garantizó que si le consignaban a una cuenta cien mil dólares les podía enviar 500 kilos de droga. El cargamento saldría de Bolivia.

Por mar -confirmó la DEA- la operación estaba a cargo de Nathaniel, un marino nacido en Ghana y dueño de varios barcos, y de su compatriota Mawuko Kudufia, ambos curtidos en las rutas que van desde el Caribe hasta las costas africanas. El grupo de narcos lo completaba el ruso Konstantin Yaroshenko, de 41 años, piloto de aviones del colombiano Salazar Castaño.

Las autoridades creen que él está relacionado con un embarque que cayó en noviembre del año pasado, cuando las autoridades encontraron abandonado en el desierto de Malí los restos de un Boeing 727 procedente de Venezuela que se estrelló mientras intentaba aterrizar. Junto a los restos se encontraron las huellas de por lo menos 10 camiones en los que, al parecer, recuperaron cerca de 10 toneladas de droga que transportaba la aeronave, reveló la DEA.

Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), de la ONU, el contrabando de droga a través de África Occidental con destino a Estados Unidos movió el año pasado más de mil millones de dólares.

 

Fuente: Periódico El Tiempo

07 de junio de 2010.-